DMT: La molécula espiritual
La DMT es una sustancia psicoactiva de gran potencia. Está presente altas concentraciones en una gran variedad de especies vegetales, y también se encuentra presente en el cerebro de los mamíferos.
La DMT (N,N-dimetiltriptamina) es un alcaloide triptamínico de núcleo indólico. Este elemento se encuentra vinculado a rituales místicos y espirituales a lo largo de la historia.
DMT Endógena
En la actualidad se estudian las funciones que puede desempeñar la DMT endógenamente en el organismo humano, puesto que se encuentran trazas de esta molécula en la orina y en el cerebro de las personas.
Las funciones de esta sustancia en el cerebro humano continúan siendo un misterio para la ciencia. Se especula que la DMT, producida en pequeñas cantidades por humanos y mamíferos, participa en los efectos visuales del sueño natural e incluso en las experiencias cercanas a la muerte y otros estados místicos, una de las razones por las que se le considera como “la molécula de Dios” o bien, “molécula del espíritu”.
Un mecanismo bioquímico para estos efectos fue propuesto por el investigador médico J. C. Callaway, quien sugirió en 1988 que el DMT puede estar relacionado con el fenómeno del sueño visual, donde los niveles de DMT en el cerebro son periódicamente aumentados para inducir alucinaciones oníricas visuales y posiblemente otros estados naturales de conciencia.
El doctor Rick Strassman, sugiere que puede estar relacionada con las experiencias cercanas a la muerte. Su síntesis podría darse en la glándula pineal y en su libro The Spirit Molecule relaciona conceptos de la mística oriental como el chakra de la cabeza (sahasrara chakra) o el «tercer ojo» (Ajna chakra), con esta parte del cerebro.
Efectos
El DMT está asociado con visiones de fractales, contacto con entidades de otros planetas y planos dimensionales como razas extraterrestres, elfos, guardianes y otros seres que conforman una mitología psicodélica, así como con experiencias con una profunda carga espiritual.
Por otro lado, especialmente sin una guía/herramientas adecuadas, se reportan casos de experiencias traumáticas y perturbadoras, paranoia, y dificultades para retomar la vida normal.
Uso oral
Para su uso oral es necesario combinarla con un IMAO (inhibidor de la monoaminooxidasa), presente en plantas como la Mimosa hostilis o la Psychotria viridis, como sucede en la bebida Ayahuasca.
Esto es debido a que la Monoamino oxidasa (abreviatura MAO), tiene como función principal desactivar o degradar algunos neurotransmisores, entre los que se encuentra la dopamina, la serotonina, la noradrenalina, la adrenalina, y también la DMT, entre otras moléculas con actividad neuronal.
La Monoamino oxidasa degrada la DMT en el tracto gastrointestinal, impidiendo que llegue al torrente sanguíneo y finalmente al sistema nervioso central. Al tomar DMT acompañado de un inhibidor de la monoaminooxidasa (IMAO), esta enzima queda inhibida y DMT se vuelve activo por vía oral.
Molécula DMT
El DMT o dimetiltriptamina, de fórmula C12H16N2, es un compuesto psicodélico de la familia de las triptaminas. Esto quiere decir que la estructura del DMT es análoga a la de sustancias como la serotonina y la melatonina, mientras que sus funciones son semejantes a las de otras triptaminas psicodélicas como la psilocibina.
Rich Strassman
Rich Strassman es una de las pocas personas que recibió permiso para investigar con psiquedélicos durante los años 90, en el convulso siglo XX. Y obtuvo un permiso, nada más y nada menos, para estudiar la potente y controvertida DMT (dimetiltriptamina).
De 1990 a 1995, el Dr. Rick Strassman realizó en la Universidad de Nuevo México estudios clínicos aprobados y financiados por el gobierno de los Estados Unidos, en los que inyectó a 60 voluntarios con dimetiltriptamina (DMT).
Entrevista a Rick Strassman:
“Yo estaba interesado en saber si podía determinar la base biológica de los estados místicos.
¿Pudiera ser que la interacción de estos componentes (DMT y glándula pineal) sea el asiento de la conciencia? ¿Pudiera ser acaso el portal a través del cual entramos y salimos en cada vida?
Fue así como empezó toda mi investigación. Es decir, yo estaba bastante impresionado con los patrones comunes que parecen ocurrir en estados místicos espontáneos, tales como los que ocurren con meditación, prácticas espirituales, e incluso aquellas descritas en Experiencias Cercanas a la Muerte.
Así que comencé a pensar acerca de la posibilidad de que existiera cierto componente cerebral con propiedades alucinógenas que pudiera estar enfatizando algunas de estas experiencias espontáneas.
Me fui interesando en la glándula pineal como una posible fuente de algún químico alucinógeno en el cerebro. Es un órgano extremadamente misterioso y muy pequeño. Aparentemente existe algún tipo de correspondencia visual relativa a la luz y el color en la glándula pineal.
También tiene una larga historia en el contexto de la literatura mística. Ha sido descrito como el tercer ojo o el crown chakra y se habla de que puede ser activado cuando se adquiere un nivel elevado de conciencia mística.
Y uno de los aspectos interesantes del desarrollo pineal es que aparece en el embrión humano exactamente a los 49 días de gestación, y 49 días es también el tiempo que los monjes tibetanos creen que tarda un alma en reencarnar de nuevo. Esa es una coincidencia bastante interesante. También se da la diferenciación del feto en sexo masculino o femenino a los 49 días.
Así fue que me impacto toda esta correspondencia temporal, y conforme fui avanzando empecé a investigar acerca de las propiedades químicas de la glándula pineal. No está demostrado, pero parece claro que esta es capaz de producir la DMT; cuenta con todos los precursores, enzimas y bloques constructivos requeridos para producirla.
DMT significa Dimetiltriptamina, y es como el primo químico de Serotonina. Y es un químico de tipo profundamente alucinógeno.
Así que empecé a especular si probablemente había segregaciones de DMT en la glándula pineal que estimulan el cerebro bajo estados extraordinarios como aquellos de experiencias místicas espontáneas o cercanas a la muerte, y comencé a especular que probablemente también se daba en el nacimiento.
Otro de los aspectos más interesantes del estudio, fue la frecuencia con la que las personas describieron contactos con entes inteligentes, los cuales interactuaban con los voluntarios en un tipo de espacio extremadamente extraño.
DMT es una especie de portal para la transición del espíritu fuera del cuerpo, a mi parecer. En cierto sentido, la presencia de DMT en nuestro cerebro, en nuestra corriente sanguínea, es como una prueba de que existe una realidad espiritual.”
Terrence McKenna
Terrence McKenna fue un escritor, orador, filósofo, etnobotánico, psiconauta e historiador de arte estadounidense, que defendió el uso responsable de las plantas psicodélicas. Se le considera una de las autoridades más destacadas en la fundación ontológica del chamanismo.
Terrence McKenna ha concienciado más que nadie sobre el DMT, por medio de conferencias, libros, entrevistas y grabaciones a un nivel sin precedentes. Llamó al DMT «el alucinógeno más poderoso conocido por el hombre y por la ciencia», y «el alucinógeno más común en toda la naturaleza».
McKenna fumó DMT por primera vez cuando era estudiante en Berkley a principios de 1987. Ya tenía experiencia consumiendo LSD «más o menos una vez al mes», al igual que otros psicodélicos, pero como dijo en una entrevista en el documental El renacimiento arcaico (1992):
En realidad fue el DMT el que me dio el poder para comprometerme con la experiencia psicodélica. El DMT era mucho más poderoso, mucho más desconocido, y provocaba que me cuestionara sobre qué es la realidad, qué es el lenguaje, qué es el ser, qué es el espacio y tiempo tridimensional, todas las preguntas en las que me adentré durante los siguiente veinte años.”
Desde 1967 hasta 1995, McKenna fumó 30 o 40 veces DMT. Describió fragmentos de sus viajes con DMT en la conferencia «Entar al tercer milenio bailando rap», «Revelaciones del DMT», y «Tiempo y mente». A continuación una selección de estos fragmentos que describió McKenna:
“Lo raro de la DMT es que no afecta lo que solemos llamar mente. La parte a la que llamas «tú» permanece intacta. Eres igual que antes pero el mundo ha cambiado por completo y todo se fue y estas ahí diciendo: «Carajo, hace un minuto estaba en una habitación con unas personas y me dieron una droga rara y ahora, ahora, ¿qué paso? ¿Esta es la droga? ¿la fumamos? ¿Esto es?»
Los elfos, o los «balones de basket ball hechos con joyas» se dirigen a toda velocidad hacia ti. «Cantan y hablan en un idioma desconocido que suena muy bizarro, ¡pero lo más importante es que puedes verlo y es muy confuso!» También hay algo que por años McKenna ha llamado amor. «Pero ese amor no es como Eros ni como una atracción sexual», es algo como «muy cercano a algo físico», «un pegamento vertido en el espacio».
Dice como conclusión:
Hay que tomar esto con seriedad. En otras palabras, eso de «sólo es una alucinación», esa pendejada no es cierta. Es decir, la realidad no es más que una alucinación, ¿no sabían? Eso invalida la frase de «sólo es una alucinación». Lo que tenemos aquí, amigos, es algún tipo de entelequia inteligente que por alguna razón está ansiosa por comunicarse con los seres humanos.
McKenna describió las entidades del DMT, entre otros nombres, como «elfos translingüísticos», y «entidades fractales amistosas». Presentó sus teorías sobre qué eran estas entidades, algunas de las cuales se resumen a continuación. «sin emitir juicio», dijo él, porque «no estaba seguro».
«Creo que las drogas deberían proceder del mundo natural y su uso debería estar verificado por culturas de orientación chamanista… no se pueden predecir los efectos a largo plazo de una droga producida en un laboratorio.»
McKenna siempre hizo hincapié en el uso responsable de las plantas psicodélicas: «Los que experimenten deberían tener mucho cuidado: hay que estar preparado para la experiencia; se trata de extrañas dimensiones de un extraordinario poder y belleza. Todos los compuestos son potencialmente peligrosos, y todos los compuestos, en suficiente dosis o tomados repetidamente, conllevan riesgos. El primer lugar al que acudo cuando me planteo tomar un nuevo compuesto es la biblioteca».
Historia de la DMT
Hacia los años 30 se sintetizó en un laboratorio y que posteriormente, durante la década de los 50, se identificó en numerosas plantas alrededor del mundo.
Legalidad
El DMT es ilegal en la mayoría de los países del mundo y, aunque no produce adicción física el FDA en Estados Unidos lo clasifica como una droga de clase 1, junto con las drogas más peligrosas, incluyendo la cocaína y la heroína.
DMT: La molécula espiritual
Ahó!