La ceremonia de Kambó

Kambó es el nombre que se usa comúnmente para referirse a las exudaciones de la piel de Phyllomedusa bicolor, un sapo que habita en ciertas regiones de la selva amazónica. El Kambo se ha usado tradicionalmente como medicina ancestral por étnias indígenas amazónicas como los Katukina, Yawanawa, Cashinahua o Matses.

Debido a su alta toxicidad, ‘Phyllomedusa bicolor’ apenas tiene depredadores; incluso las serpientes la evitan.  Al aplicar unas gotas de la secreción de la rana en la piel, se produce un proceso de limpieza profunda y depuración del cuerpo y el alma.

Aplicación del Kambó

Antes de aplicarse el kambó, el participante debe beber dos litros de agua con el estómago vacío. Después se  quema la capa superficial de la piel con una varita de incienso. A continuación se aplica el kambo sobre la piel quemada, y es absorbido a través de la corriente sanguínea.

Efectos y propiedades del Kambó

Aunque  los efectos inmediatos no son particularmente atractivos, después de una sesión kambo, se experimenta una gran revitalización.

Después de aplicar Kambó,  rápidamente se produce  un aumento de la temperatura corporal y sensación de calor. Se acelera el ritmo cardíaco, la sangre fluye más rápidamente a la cabeza y la presión arterial también aumenta, causando el enrojecimiento de la cara.

La presión dentro de la cabeza puede llegar a niveles incómodos, aunque a algunas personas no les resulta molesto.  Se puede experimentar una sensación de hormigueo que sube por la columna.

También puede provocar una caída de la presión sanguínea y taquicardia.

Pasados unos minutos surge una fuerte náusea que produce el vómito. También y aumenta la temperatura del cuerpo. Se produce sudoración y también se pueden experimentar escalofríos.

El aplicador del Kambó debe tener amplia experiencia en su uso, y conocer bien sus eectos y las precauciones necesarias. El kambo se sigue aplicando hasta que la sensación de malestar es tan grande que se produce el vómito. Se  continúa vomitando hasta vaciar el estómago.

Después de una aplicación de Kambó, los efectos agudos aparecen en cuestión de minutos y pueden durar hasta un rango de cinco a veinte minutos, dependiendo de la dosis empleada y del estado del individuo.

15 minutos después se siente una gran sensación de alivio que permanece durante varias horas. Al día siguiente el cuerpo se siente más vibrante y lúcido que nunca y ciertas molestias físicas se reducen o disipan completamente.

A corto plazo, los efectos del Kambó son; Estado de alerta, buen humor, mayor resistencia al cansancio, el hambre y la sed, y mayor  capacidad de enfocarse y concentrarse, y una calma mental que puede durar varios días.

A largo plazo, el Kambó mejora el funcionamiento del sistema inmunológico y supera la fatiga, mejorando el estado de salud.

Aun así, es una medicina fuerte, y hay que ser consciente de esto antes de probarla; la experiencia con Kambó puede ser muy intensa.

Química del Kambó

Entre las varias docenas de péptidos que se encuentran en el Kambó, alrededor del 7% son bio-activos, y son los que se unen a los receptores situados en el cerebro provocando reacciones químicas en el cuerpo humano.

Hasta ahora los investigadores han encontrado nueve péptidos bioactivos en el Kambó,  que tienen un potente efecto sobre los músculos gastrointestinales, las secreciones gástricas y pancreáticas, la circulación sanguínea, y en la estimulación de la corteza suprarrenal y la glándula pituitaria.

Estos péptidos (proteínas), pertenecen principalmente a las familias de péptidos: bradiquinina (Phyllokinin) taquicininas (phyllomedusin) ceruleína, sauvagine, tryptophyllins, dermorphins, deltorphins y bombesins.

Éstos péptidos tienen un fuerte efecto analgésico, mejoran la resistencia, aumentan la fuerza física y en general, mejoran la capacidad de soportar el dolor y las situaciones estresantes.

Poseen un gran potencial medicinal, y  la ciencia se está empezando a adentrar en la odisea de determinar los efectos y propiedades de cada componente del Kambó.

Lo que parece claro es que facilita la digestión, y también se han demostrado efectos analgésicos para quienes tienen cólicos renales, dolores causados por la insuficiencia vascular periférica y dolores cancerígenos.

Aplicaciones médicas del Kambó

Las propiedades de los péptidos del Kambó cubren una amplia gama de posibles usos médicos en el tratamiento de enfermedades cerebrales como el Alzheimer y el Parkinson, la depresión, migrañas, problemas de circulación sanguínea, insuficiencia vascular, enfermedades de órganos, problemas de la piel y los ojos, problemas de fertilidad en las mujeres y los hombres, AID, hepatitis y cáncer.

Debido a la presencia de sus nueve péptidos, el Kambó es uno de los antibióticos y anestésicos naturales más fuertes encontrados hasta el momento, uno de los mejores medios naturales  para potenciar el sistema inmunológico.

Otras características médicas interesantes de esta secreción son sus efectos anti-inflamatorios, su capacidad para destruir los microbios y los virus y para sanar infecciones.

Las personas que reciben regularmente esta «vacuna», no acostumbran a enfermar y tienen mucha energía.

Para obtener los mejores resultados, es aconsejable recibir un tratamiento de Kambo de al menos tres aplicaciones.

En el caso de enfermedades graves, adicciones, o toxinas acumuladas de los medicamentos farmacéuticos, puede ser útil recibir un tratamiento más prolongado.

La base de datos Pubmed sólo contiene 47 artículos sobre el Kambó. Algunos consideran las propiedades medicinales del kambo, aunque aún se trata de investigaciones donde ciertos componentes de kambó se prueban in vitro.

Obtención del Kambó

Para obtener el Kambó se captura a la rana y se obtiene la secreción de su piel.  La rana es tratada con máximo respeto y nunca dañada. La rana es cuidadosamente colgada de las patas, formando una X.

Para estimular la producción de veneno, se dan unos golpecitos a la rana. Cuando se ha recogido la secreción, se libera de nuevo en el bosque.

La leyenda del Kambó

La historia del Kambó se pierde en el tiempo. Cada tribu tiene su propia  mitología respecto al origen de la práctica del Kambó, que habitualmente implican revelaciones del conocimiento en sueños o en estados alterados inducidos por plantas.

De acuerdo con la leyenda de los Kaxinawá, un día, parte de la tribu enfermó gravemente. Su chaman Kampu había hecho todo a lo posible para curar la enfermedad. Usó sus hierbas medicinales, consultó a sus antepasados y realizó rituales, pero nada ayudaba a curar su tribu.

Kampu tomó plantas maestras y viajó a la profundidad de la selva, donde conversó con el “Gran Espíritu”. Él le enseñó a levantar la rana mono grande y a obtener el líquido blanquecino y tóxico de su piel. A continuación, le enseñó a Kampu a aplicar el veneno en quemaduras hechas en la superficie de la piel. Después de recibir la revelación, Kampu se apresuró a regresar a su tribu, para tratar a los miembros enfermos con el ritual kambó.

Los rituales realizados durante la ceremonia son diferentes para cada tribu, pero en todos los casos se quema la capa superior de la piel, y se desprende para aplicar el Kambó.

Kambó y Ayahuasca

El Kambó se puede combinar con otros rituales chamánicos, por ejemplo antes o después de una ceremonia de ayahuasca. Del mismo modo, es usual ofrecer kambo en combinación con iboga o rituales de temazcal.

Riesgos e interacciones

-No se recomienda el uso de kambó a personas que tienen un órgano de un donante. Cuando se intenta evitar que el cuerpo rechace un órgano de un donante, se necesita tomar medicamentos para suprimir la respuesta del sistema inmunológico.  Kambó, al contrario, estimula el sistema inmunológico. Por lo tanto no es prudente utilizar kambo, ya que va a contrarrestar los efectos de estos medicamentos.

-Las personas con trastornos severos del sistema inmunológico, como MS y ALS, también deben ser extremadamente cautelosas con el kambo. En estos pacientes el propio sistema inmune ataca el cuerpo. Al estimular el sistema inmunológico, las respuestas inmunes pueden intensificarse. Sin embargo, es posible que pacientes MS y ALS se sientan mejor después de la sesión kambo, porque el kambo probablemente modula también el sistema inmunológico. En caso de un trastorno inmune grave, se recomienda tomar la primera vez una sola vuelta, esperar los efectos y decidir más tarde si la sesión kambo tuvo un efecto curativo.  En estos casos no se recomienda tomar Kambó sin presencia médica cualificada.

Siempre es sabio escuchar a tu cuerpo. Cualquier sustancia puede causar reacciones alérgicas, y esto es válido para kambó también.

No se debe consumir si se han consumido los últimos meses medicamentos o drogas sintéticas con las que se puedan generar interacciones.

El caso de una mujer hospitalizada  hace unos meses ha tenido una gran repercusión en internet y en algunos medios tradicionales sensacionalistas. Una mujer de 32 años tuvo una grave interacción al usar Kambó, y fue hospitalizada sin conocimiento. Se advirtió la presencia de otras sustancias, además de las propias de la rana kambó, como metanol y anfetaminas, que habrían causado la interacción.

Existen pocos informes toxicológicos publicados relacionados con aplicaciones de Kambó, por ejemplo, un caso de hepatitis relacionado con el uso del veneno de rana.

Existe también un informe forense sobre una muerte que se dio 30 minutos después  de una aplicación de Kambó. En el informe se indica que la persona usaba habitualmente Kambó y una reacción acumulada durante el uso continuo podría haber sido la causa de su muerte.

Varios accidentes relacionados con la toma de Kambó se deben a falta de información. Se han dado varios casos de hiponatremia debidos a una excesiva ingestión de agua. De 6 a 10 litros de agua consumidos en un período corto de tiempo puede provocar una reducción drástica de la concentración de electrolitos en sangre, amenazando la estabilidad homeostática del organismo y su vida. En estos casos las personas estaban tan abrumadas por la experiencia inducida por Kambó que intentaron detenerla bebiendo una excesiva cantidad de agua.

En conclusión, aunque el Kambó es una sustancia estadísticamente segura de las que miles de personas se han beneficiado, pero es una medicina a la que la ciencia aún está llegando y no carece de ciertos riesgos, como los que se han indicado. Es una responsabilidad y decisión personal el asumirlos o no.

Ceremonia de Kambó

Ahó!