La ceremonia del Temazcal
Se dice que es una de las ceremonias más antiguas que existen. El Temazcal está basado en el vientre de la madre Tierra, donde somos concebidos. Este ritual constituye una ceremonia de sanación y purificación, una práctica de limpieza corporal, expresión emocional, reestructuración cognitiva, alimento espiritual y convivencia comunitaria.
Aunque los baños de vapor han sido usados por muchas culturas en diversas partes del mundo, el temazcal ha tenido una importancia especial en las culturas nativas de América, tanto por motivos religiosos y rituales, como herramienta de sanación.
El Hombre o la Mujer “de fuego” está a cargo de encender el fuego sagrado, mantenerlo, y calentar las piedras. Dentro del temazcal hay una hendidura en el centro, en el que se depositan las piedras previamente calentadas al rojo vivo, en número variable según la temperatura que se desea y el tipo de ceremonia.
A las piedras, también llamadas abuelitas, se las saluda respetuosamente, pidiendo al fuego que limpie y sane cuerpo y alma.
El temazcalero vierte plantas medicinales o una infusión hecha con ellas directamente sobre las piedras calientes. El ambiente se convierte en una nube de vapor en medio de una oscuridad absoluta, empieza la sudoración y con ella la liberación de toxinas tanto físicas como mentales y espirituales.
Se inicia así la ceremonia del Temazcal, y a través de intenciones, cantos y rezos, se integran los 4 elementos de la vida, permitiéndonos experimentar la comprensión de ser parte de un todo indivisible, y a la vez conectar íntimamente con nuestro ser.
La ceremonia de Temazcal Lakota
Según la tradición Lakota, el temazcal es una cabaña redonda, construida con 16 ramas verticales, generalmente de sauce blanco, que además de ser muy flexible libera sustancias relajantes beneficiosas al ser sometido a calor. Estas barras se amarran formando dos cruces de cuatro direcciones iguales, que representan los 16 espíritus sagrados de la tradición Lakota.
Las cuatro filas de ramas que envuelven la cabaña simbolizan a los cuatro mundos, el mineral, el vegetal, el animal y el humano. La última vara que se entrelaza en el techo con las 16 ramas verticales, orma una estrella de ocho puntas representando a los planetas y al universo. De esta manera, el temazcal representa a toda la creación y al vientre sagrado de nuestra madre tierra. La estructura de ramas se cubre con mantas, pieles u hojas, o bien con barro.
Cantos de Temazcal
Dentro del temazcal se utilizan varias herramientas de carácter espiritual, entre las que las canciones son una de las más importantes.
Beneficios del Temazcal en el cuerpo
La piel: La piel es un órgano depurador y regulador de la temperatura interna del cuerpo. Cuando el baño sobrepasa los 50ºC, se eliminan por medio de la sudación una gran cantidad de toxinas y se regula la temperatura corporal. Favorece el Proceso de renovación de la piel, la descamación natural se acelera promoviendo así la limpieza de esta y aportando mas oxigeno a las células del organismo.
Aparato respiratorio: El baño de vapor se ha empleado para tratar problemas como gripes, bronquitis, asma sinusitis, etc. El calor combinado con el vapor de las infusiones de plantas utilizadas en el temazcal, limpia y destapa las vías respiratorias, aumenta el flujo sanguíneo y los pulmones y bronquios se expanden expulsando las toxinas acumuladas.
Sistema circulatorio: El calor del baño produce un aumento de la circulación sanguínea en todo el organismo, al dilatarse los vasos sanguíneos, se favorece la expulsión de las toxinas del cuerpo, eliminando el ácido úrico y el colesterol, pueden tratarse enfermedades relacionadas con deficiencias circulatorias.
Sistema Nervioso: Durante el baño se produce un efecto relajante y estimulante del organismo, y resulta útil para tratar problemas de estrés, insomnio, tensión nerviosa, y a nivel psicológico permite liberar emociones.
Aparato digestivo: Actúa mejorando la actividad intestinal, lo que beneficia su limpieza.
Sistema Muscular: El calor ayuda a distender los músculos y liberarlos de tensiones, aumenta el flujo sanguíneo y libera toxinas acumuladas. Ayuda en los esguinces, torceduras e inflamaciones, eliminando los líquidos retenidos y el proceso de regeneración de tejidos.
Sistema Inmunológico: Aumenta la producción de leucocitos (glóbulos blancos), activa el sistema linfático, se ha probado que personas con enfermedades crónicas que toman este baño regularmente mejoran sus defensas, y enferman menos y ayuda a restablecer la salud.
Parto : En diferentes estados de la República Mexicana y en Centro América, las embarazadas lo usaban como medio preventivo y curativo. En el temazcal la matriz de la embarazada se expande, lo que facilita la labor de parto.
La relajación que se genera en el temazcal, permite a las personas la introspección, reflexión y atención plena, y este movimiento energético en el cuerpo permite que se purifiquen los pensamientos y se regenere la mente.
Historia del Temazcal
El uso del Temazcal se generalizó en la época prehispánica entre las culturas de Mesoamérica, donde tuvo una función con gran significado cosmológico. Sus vestigios más antiguos se hallan en las zonas arqueológicas de Palenque, en México y Piedras Negras en Guatemala, aunque sus orígenes serían ser más remotos.
De acuerdo con cronistas del siglo XVI como Sahagún, Durán y Clavijero, la función del temazcal era variada: higiénica, terapéutica, religiosa, y de tratamiento postparto.
La etimología de temazcalli proviene del náhuatl: tema, “vapor”, y calli, “casa”. Puede definirse como “casa de baño de vapor”.
Su habitual ubicación junto a juegos de pelota indica que sus funciones sagradas estuvieron ligadas con el ritual del juego.
La mayoría de los restos arqueológicos de temazcales se han localizado en centros ceremoniales. En Mesoamérica se han localizado ejemplos arqueológicos de temazcales en sitios del área maya como Palenque, Chichén Itzá, Piedras Negras, San Antonio, Quiriguá, Agua Tibia y Los Cimientos-Chustum. En e l Altiplano Central se han encontrado temazcales en Tlatelolco, Xochicalco y Teotihuacan. En la Costa del Golfo y Puebla se han localizado en Filo-Bobos y Cantona.
Las representaciones pictográficas de temazcales de la época prehispánica son numerosas y se encuentran en códices como Magliabechiano, Tudela, Vaticano B, Borgia y Aubin. En ellas se aprecia que el techo podía ser de dos aguas, plano o con forma de cúpula. La excavación de algunos ejemplos muestra que su planta podía ser rectangular, cuadrada o circular. Asimismo, se construían sobre un terreno o eran semi-subterráneos o subterráneos, y podían llegar a albergar hasta 30 personas. Los materiales de construcción incluían piedra con barro, adobe, carrizo o piedra tallada. El piso solía ser de tierra apisonada -en algún caso quemada- o empedrado. La manera de obtener el vapor podía ser por calentamiento de piedras, sobre los que se arrojaba el agua que provocaba el vapor, y en otros casos se usaba un horno que se encontraba junto al baño, para calentar una pared sobre la que se arrojaba el agua.
Cada étnia o cultura tiene su propia palabra para designar al Temazcal: En la zona maya se conocía como zumpulcheé, aunque actualmente se conoce como chuj, en mam; chu, en kanhobalán; tuj, en quiché, y pus, en tzeltal. Los tarascos lo llaman huriguequa; los totonacos, saq, y en Tajín se conoce como xiaca.
El temazcal representaba el interior de la Tierra y se le concebía como la entrada al «más allá». La ubicación de algunos ejemplares arqueológicos al poniente del juego de pelota quizá represente el punto en que cuerpos celestes como Venus, el Sol y la Luna descendían hacia la región subterránea, para aparecer nuevamente por el oriente.
Este fenómeno, ligado a los ciclos terrestres, estaba íntimamente relacionado con el culto a la fertilidad.
La Ceremonia del Temazcal
Ahó!